El paso del tiempo se refleja también en el rostro. Los pacientes tiene una expresión de tensión en su cara y al mismo tiempo pueden parecer enojadas.
Una alternativa que se puede aplicar para recuperar el aspecto juvenil de la cara es la aplicación de Botox, nombre comercial de la toxina botulínica.
Se comenzó a usar en los Estados Unidos en 1987, y recién en los años 90 los cirujanos plásticos y los dermatólogos la aplican en forma masiva los tratamientos faciales.
El Botox es una toxina (sustancia producida por bacterias o microbios) producida por el Clostridium botulinum, que usadas en bajas dosis son inofensivas para el organismo.
Esta toxina bloque la secreción de la aceltilcolina, sustancia que interviene en la contracción de los músculos. El resultado sobre la cara es que al debilitar localmente los músculos sobre los que actúa, elimina las arrugas sin quitar la expresión de la cara.
El Botox se presenta comercialmente en frascos con de 50 unidades y 100 unidades.
La toxina se la diluye con suero y se inyecta con jeringas delgadas, sin aplicar anestesia, y se realiza en el consultorio del médico.
En cuanto a la dosis debe usarse la mínima cantidad de Botox. Los hombres tienen mayor resistencia a la toxina, por lo que generalmente necesitan más dosis.
Esta sustancia se puede aplicar para corregir signos producidos por el envejecimiento (arrugas en la frente, entre los ojos, la llamadas "patas de gallo", surcos del cuello, marcas de expresión facial). Hay que tener en cuenta cuando se decide aplicarse esta toxina, que no tiene efecto sobre las arrugas finas producidas por la expresión de la cara ni tampoco elimina las arrugas gruesas que aparecen alrededor de la boca.
Sirve para tratar la hiperhidrosis (exceso de transpiración en las axilas, manos, cara) en las axilas.
En los casos de parálisis cerebral se pude corregir, en forma temporal, la espasticidad (contractura de los músculos) de la cara.
Habitualmente el efecto dura entre 5 y 8 meses. A las 24 hs de inyectada la toxina ya se comienza a notar el efecto estético.
Las complicaciones pueden ser:
Parálisis de un músculo: se produce la caída de un párpado, que puede durar varias semanas. Con el tiempo todo vuelve a la normalidad.
Visión doble.
Se recomienda no usar Botox en pacientes que estén en tratamiento con antibióticos aminoglicósidos, que tomen drogas bloqueadoras de calcio, durante el embarazo y la lactancia, en casos de padecer la enfermedad neurológica del tipo Miastenia Gravis y en alérgicos a la albúmina.
Recuerde el Botox es una técnica de Medicina estética, que debe ser realizada por profesionales expertos como cirujanos plásticos o dermatólogos. En algunos casos pueden realizarlo neurólogos o oftalmólogos.
Bibliografía: Dr. Vidal, Manuel - Manual de de Cirugía Plástica- Editorial Origo