• Incontinencia Urinaria                                                            

La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina. Es un problema común en mujeres mayores de sesenta y cinco años. A pesar de que las personas que lo padecen tienen problemas higiénicos y sociales, en muchos casos las mujeres por vergüenza y no consultan por este síntoma.

¿Cómo se controla la orina?

La acción de orinar se llama “micción” y está controlada por el sistema nervioso. Normalmente es un acto voluntario. Lo más común es orinar aproximadamente cada tres horas durante el día y una vez o ninguna durante la noche.

¿Qué características tiene la micción normal de una persona adulta?

Normalmente se dan las siguientes condiciones al orinar:

Tiene que ser voluntaria.

La vejiga debe quedar vacía por completo.

El chorro de orina tiene que empezar y acabar de una sola vez.

No se deben tener molestias al orinar, como por ejemplo ardor o dolor al orinar.

Debe ser posible detener la micción en forma voluntaria si se desea.

¿Cómo se activa el mecanismo para orinar en condiciones normales?

Este mecanismo, que cuando funciona correctamente es perfecto y evita la pérdida de orina, es el siguiente:

En el orificio de salida de vejiga hay anillo muscular, llamado “esfínter interno”, que permanece cerrado cuando la vejiga está vacía para que pueda ir llenándose. Una vez que está llena el “esfínter interno” se relaja y en ese momento el cerebro recibe una señal que le indica la necesidad de orinar; este es un acto que no está relacionado con la voluntad .Existe un “esfínter externo”, llamado “uretra” que sí está relacionado con la voluntad. Para que una persona pueda orinar normalmente los dos esfínteres deben estar relajados, es decir abiertos. Cuando falla alguno de estos mecanismos se produce la” incontinencia de orina”.

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¿Cómo se clasifica la “incontinencia de orina”?

Se la clasifica según el mecanismo por la que se produce.

1)      Incontinencia de esfuerzo ( I.O.E.) : se produce cuando se hace un esfuerzo, como toser, reír, estornudar o levantar algo pesado. El parto por vía vaginal es un factor de riesgo para este tipo de incontinencia, porque puede producir un prolapso de vejiga. La obesidad y la desnutrición aumentan el riesgo de padecer este síntoma.

2)      Incontinencia de urgencia: se tiene  necesidad de orinar pero las personas no llegan al baño. A esto le ocurre a los enfermos de Parkinson, a los diabéticos, en casos de demencia senil entre otras enfermedades.  A veces las mujeres menopáusicas sufren de apremio urinario sin que tengan ninguna enfermedad. Después del parto puede aparecer este síntoma en forma temporaria.

3)      Incontinencia refleja: el aparato urinario es normal, pero no se lo puede utilizar bien porque la paciente tiene enfermedades neurológicas como el Parkinson o la demencia senil que le impide retener la orina.

4)      Incontinencia por rebasamiento: se produce el derrame de orina cuando la cantidad producida es mayor que la capacidad de almacenamiento de  la vejiga.

¿Cuáles son los síntomas que produce la “incontinencia urinaria”?

Dificultad para orinar.

Dolor al orinar sin que haya una infección urinaria.

Chorro de orina más débil.

Necesidad urgente de orinar, con pérdida de orina si no se llega rápido al baño.

Presencia de enfermedades neurológicas que producen la incontinencia

¿Cómo se hace el diagnóstico?

Este síntoma se lo diagnostica por medio de la historia clínica, para determinar si la pérdida de orina está relacionada con los esfuerzos, si hay algún antecedente de enfermedad neurológica o diabetes, infecciones urinarias, fecha de la menopausia, drogas que ingiere la paciente, si fue sometida a alguna cirugía. Es importante cómo fue el parto y cuánto pesaron los hijos al nacer, porque los bebés de mucho peso al nacer pueden causar una distención excesiva de los tejidos del piso de la pelvis.

¿Qué pruebas se hacen para saber a qué se debe la incontinencia de orina?

Los estudios  que se hacen habitualmente en un paciente con incontinencia de orina son:

Cistografía: es una radiografía que permite ver la forma y el estado de la vejiga, y también su funcionamiento durante la micción. Se hace inyectando un medio de contraste por una sonda que se coloca por la uretra por la vejiga  o aprovechando la excreción de la sustancia de contraste cuando se realiza una radiografía de riñón inyectando el medio de contrate por vía endovenosa (urograma excretor).

Cistoscopía: con este estudio, que consiste en introducir por la uretra un aparato con una óptica, se explora el interior de la vejiga y la uretra.

Estudio urodinámico: se aplica para saber el volumen, la elasticidad y la capacidad de llenado y cómo se vacía la vejiga.   

¿Qué tratamientos se pueden indicar en la “incontinencia de orina”?

Los tratamientos suelen ser prolongados, y se aplican para mejorar la calidad de vida de la paciente.

Pueden ser los siguientes:

Tratamiento con medicamentos: se utilizan drogas para conseguir que la uretra tenga más presión disminuyendo la  pérdida de orina. Estos medicamentos tienen el inconveniente que no se pueden indicar a pacientes hipertensos o con insuficiencia coronaria.

Tratamiento con ejercicios: se enseña a la paciente a contraer los músculos del periné (parte baja de la pelvis) fuera del momento de orinar, imitando el gesto de cortar el chorro miccional.

Tratamiento quirúrgico: se aplica cuando la uretra y la vejiga han cambiado su posición.

Son importantes los cambios de algunos hábitos para mejorar la incontinencia urinaria: se le indica a la paciente orinar cada 2 horas, sin esperar a que tenga ganas de orinar. Si la incontinencia es nocturna conviene limitar la ingesta de líquidos a partir de la media tarde.

Evitar el consumo de excitantes como té, café y alcohol.

Tratamiento hormonal: en las pacientes post menopáusicas los estrógenos administrados en forma local, cremas vaginales, logran mejorar la urgencia urinaria. Este síntoma se asocia con la atrofia de los tejidos de la vulva y la vejiga por la falta de estrógenos que hay en esta etapa de la vida de la mujer.

Conviene consultar lo más pronto posible al médico cuando aparece este síntoma, porque el tratamiento será más efectivo.

Bibliografía: Dr. Gori, Jorge – Dr. Lorusso, Antonio – Ginecología de Gori – Editorial El Ateneo – 2ª edición



por Dra. Marinés Camero