• Candidiasis Vulvovaginal

La "candidiasis vulvovaginal" es una infección ginecológica muy frecuente, especialmente en mujeres en la edad reproductiva. Es causada por un hongo llamado "Candida albicans", que se encuentra en el tracto intestinal y genital de la mujer. También se la denomina infección por monilia.

Este hongo forma parte de la flora habitual de la vagina, por lo que la mujer puede tener el hongo sin tener una infección. Cuando se altera el equilibrio de la flora vaginal aparece el proceso infeccioso.

Hay determinadas circunstancias que favorecen el desarrollo de los hongos, apareciendo la infección, y son las siguientes:

a) embarazo

b) anticonceptivos hormonales (los estrógenos facilitan el desarrollo patológico de Candida).

c) diabetes

d) antibióticos

e) defensas bajas por alteración del sistema inmunológico ( pacientes que toman corticoides, infectados con HIV, etc.

f) vestimenta (jeans ajustados, ropa interior de nylon )

h) duchas vaginales

Los síntomas que tiene una mujer cuando sufre una infección vulvovaginal causada por hongos son:

Flujo: de color blanco, generalmente con aspecto de leche cortada; o mucoso blanco- grisáceo. Suele ser más abundante antes de la menstruación y no tiene olor fétido.

Prurito: la mujer tiene picazón en la zona vulvar en los días anteriores a que menstrue. A veces puede tener ardor vulvar.

Vulvodinia: la paciente siente dolor y malestar en la región de la vulva, que aumenta al tener relaciones sexuales o al caminar.

Síntomas urinarios: la mujer puede tener ardor al orinar, micciones más frecuentes o intenso deseo de orinar pero sólo elimina escasa cantidad de orina.

Eritema: el médico al examinar a la paciente ve la vulva ( labios vaginales) enrojecidos y con edema, a causa de la infección.

Lesiones descamativas y úlceras: el tejido vulvar al  estar inflamado es más débil, y cuando la paciente tiene relaciones o se rasca pueden producirse pequeñas excoriaciones, llegando en los casos más severos a formarse úlceras.

Diagnóstico: se hace observando el flujo al microscopio, y si no se puede llegar a ver los filamentos o blastosporos (reproducción asexuada de los hongos), se envía el material obtenido de la vagina para hacer un cultivo de flujo.

Si bien la mujer suele darse cuenta de que tiene una infección vulvaginal, debe ir el ginecólogo para que descarte otras infecciones como la vaginosis bacteriana o la tricomoniasis.

Tratamiento: se hace con óvulos, tabletas vaginales o cremas vaginales que contengan antimicóticos como el clotrimazol, ketoconazol o nistatina. Los tratamientos pueden durar uno o tres días, aunque en algunos casos se indican óvulos durante una semana. En las infecciones severas o cuando hay repetición de la infección (recurrencia) puede darse medicación por vía oral (fluconazol). En las pacientes con Sida es común que aparezcan infecciones en forma repetida, por lo que es necesario indicarse la medicación por boca. Los lavajes vaginales con bicarbonato, diluido en agua, pueden calmar la picazón mientras se consulta con el médico.

Si bien la candidiasis no es una enfermedad de transmisión sexual, cuando el hombre tiene hongos en la zona genital puede contagiar a la mujer, en ese caso se le indica medicación por boca a la pareja.

Prevención de la candidiasis vaginal: se recomienda no usar jeans ajustados ni tampoco hacerse duchas vaginales que alteran la flora vaginal.

Bibliografía: Gori, Jorge; Lorusso, Antonio y colaboradores. Segunda edición, 2005. Editorial El Ateneo.   

por Dra. Marinés Camero