Es una bacteria que causa infecciones particularmente en el tracto genital, respiratorio y ocular. Los microorganismos pertenecientes a este grupo son incapaces de producir compuestos de alta energía, indispensables para la respiración y el metabolismo. Esto los obliga a vivir dentro de otras células vivas para su desarrollo, lo que dificulta su estudio. Si bien la mujer puede tener síntomas leves o directamente no tener ningún síntoma, la infección por "Chlamydia" puede provocar un problema de salud importante en ella, porque puede dejarle como secuela alteraciones en su aparato reproductor. En el hombre cuando se infecta, aparece secreción por el pene.
La "clamidia" produce la infección bacteriana de transmisión sexual más frecuente, que se da en todas las edades pero especialmente entre las adolescentes con actividad sexual. Su elevado índice de transmisión se debe a que la mayoría de las personas tienen la infección pero no tienen síntomas, lo que hace que contagien a su pareja al tener relaciones sexuales.
La infección se transmite por las relaciones sexuales vaginales, orales y anales. La "Clamidia" no forma parte de la flora habitual de la flora vaginal, por lo que se la considera una infección exógena. El contagio es más frecuente entre las adolescentes, porque no tienen el cuello uterino totalmente formado, lo que favorece las infecciones. La infección se produce 3 semanas después de haber tenido relaciones sexuales con una persona infectada.
Los epitelios afectados son los del cuello uterino, uretra, glándulas accesorias y ano.
Flujo genital, de comienzo insidioso.
Uretritis: disuria (ardor al orinar), polaquiuria (aumento de la frecuencia de las micciones), con cultivos de orina negativos y sedimento urinario infeccioso.
Infección de glándula de Bartholin.
Dolor en bajo vientre, dolor de espalda, fiebre, náusea, dolor al tener relaciones sexuales y pérdidas de sangre por vía vaginal entre una y otra menstruación.
Linfogranuloma venéreo.
Dolor en las articulaciones (Síndrome de Reiter: artritis reactiva a infección por "clamidia")
El 75% aproximadamente de las mujeres tienen la infección sin tener ningún síntoma, y lo mismo el 50% de los hombres. El curso asintomático de la infección es un problema para el diagnóstico y su tratamiento.
Cuando se mantienen relaciones por vía anal puede haber sangrado rectal, dolor y secreciones por el recto.
En el caso de que el contagio se produzca por mantener sexo oral, la infección por "Clamidia" produce dolor de garganta.
Los hombres tienen también ardor al orinar y secreción por el pene.
La infección por "clamidia" puede producir una rotura prematura de membranas, lo que trae como consecuencia un parto prematuro con nacidos de bajo peso, con todos los riesgos que esto implica. El bebé se contagia al aspirar las secreciones infectadas al pasar por el canal del parto, o bien si nace por parto por cesárea, por la infección de las membranas que sufrieron rotura espontánea antes de la fecha del parto. Los bebés infectados pueden sufrir infecciones en los ojos (conjutivitis) y en las vías respiratorias (neumonía).
La infección cuando no es tratada puede producir "enfermedad inflamatoria pélvica" ( EPI), es decir infección del tracto genital superior ( útero, trompas y ovarios); la EPI produce obstrucción de las Trompas de Falopio, lo que deja como secuela esterilidad y más facilidad para que se produzca un embarazo ectópico.
Se sospecha que una mujer puede estar infectada por "clamidia" cuando tiene una infección mucopurulenta del cuello del útero, o síntomas de infección urinaria con urocultivos negativos.
La infección se diagnostica con métodos de laboratorio, que se aplican para buscar la bacteria en el material que se obtiene del cuello del útero (se saca de la parte interna del mismo con un hisopo) o de la uretra.
Se deben evitar las relaciones sexuales con personas qué no se sabe si están infectadas, y mantener relaciones monogámicas. El uso de preservativo puede disminuir la posibilidad de contagio, pero no lo evita en forma total. Las mujeres mayores de 25 años que tienen varias parejas sexuales,deben hacerse la prueba diagnóstica una vez por año. En las mujeres menores de 25 años que mantienen relaciones sexuales deben también realizar una prueba de diagnóstico una vez al año, como forma de prevención. Las embarazadas deberían hacerse de rutina la prueba para detectar "clamidia", y descartar que no tengan la infección.
Para tratar la infección se usan diferentes antibióticos. Lo importante que hay que tener en cuenta cuando se indica el tratamiento es que el mismo lo debe hacer la pareja, porque aunque la mujer se cure su pareja puede tener la infección sin presentar síntomas, y la vuelve a infectar al tener relaciones sexuales.
Se dan algunos ejemplos de esquemas de tratamiento: Doxiclina: 100mg. cada 12 hs. durante siete días.
Azitromicina: 1 comprimido durante 3 días.
No se deben mantener relaciones sexuales durante siete días, aún con la azitromicina.
Durante el embarazo se puede indicar la Eritromicina o Amoxicilina, y tres semanas después de terminado el tratamiento conviene hacer la prueba para detectar "clamidia", para confirmar que la mujer está curada y no contagiará a su bebé durante el parto.
International Journal of Obstetrics and Gynecology Vol. 111 Nº 3 Pág. 345-346
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