La "gonorrea", llamada también "blenorragia, es una infección de transmisión sexual, producida por una bacteria gram negativa, llamada Neisseria gonorrhoeae o gonococo, que no forma parte de la flora habitual de la vagina, por lo que se la considera una infección exógena. Se la incluye dentro de las llamadas enfermedades venéreas, junto con la sífilis y el chancro blando.
La bacteria se contagia por el contacto físico durante la relación sexual (por vía vaginal, anal o por sexo oral), o bien durante el parto la madre infectada puede contagiar al bebé. En niñas se ven casos de contagio por el uso de toallas húmedas usadas por personas infectadas.
Los tejidos afectados son aquellos que tienen cierta humedad, como el del cuello uterino, glándulas accesorias en la mujer. En ambos sexos la bacteria infecta la uretra y la mucosa del ano.
La infección es más frecuente entre los adolescentes y los jóvenes, pero toda persona que tenga una vida sexual activa puede contagiarse.
Generalmente el período de incubación es de 3 a 4 días, pero pude llegar a 20 días. En las mujeres es frecuente que la infección no dé síntomas.
En la mujer se presenta un flujo, a veces mucopurulento. Puede aparecer una inflamación y obstrucción del conducto de la glándula de Bartholino (glándulas situadas a cada lado de la vagina).
El hombre y la mujer tienen síntomas de infección urinaria (ardor al orinar, aumento de la frecuencia urinaria) con cultivos convencionales negativos y sedimento urinario infeccioso.
La locazación rectal no es tan común, se da en aproximadamente en el 10% de las mujeres, y generalmente no da síntomas. Pero ocasionalmente la infección anal produce la inflamación de los ganglios cercanos al cuello uterino, lo que es un factor que predispone a la diseminación de la infección.
Cuando la infección se localiza en las amígdalas puede dar dolor de garganta.
La infección se asocia con otras enfermedades de transmisión sexual, por ejemplo "clamidia". La Neisseria gonorrhoeae produce enfermedad pelviana inflamatoria, que deja como secuela lesiones en las Trompas de Falopio, lo que produce infertilidad y más posibilidades para que se produzca un embrazo ectópico.
Se asocia la gonorrea con el síndrome de Reiter (artritis infecciosa).
Los pacientes infectados con la Neisseria gonorrhoeae pueden contagiarse con más facilidad el HIV, y su vez las personas que tienen HIV y gonorrea contagian más fácilmente el virus a otras personas.
En la mujer se diagnostica con cultivo del material que se saca del cuello uterino. El examen directo del material sólo sirve en el hombre.
La embarazada que sospecha que puede estar infectada debe consultar con su médico para que le hagan las pruebas diagnósticas, y si tiene la infección debe hacer el tratamiento para evitar contagiar a su hijo durante el parto.
La mujer infectada cuando está embarazada tiene más riesgo de tener un aborto y una ruptura prematura de membranas.
En el recién nacido la gonorrea produce infecciones oculares que puede llegar a la ceguera en caso de que no se trate la infección. También produce infección en la sangre, en las articulaciones y meningitis.
El tratamiento a la pareja es una forma de prevenir la infección, porque si una persona se cura pero vuelve a tener relaciones con alguien infectado se contagia nuevamente.
No se deben tener relaciones sexuales durante una semana, hasta estar seguro de la curación.
El preservativo disminuye la posibilidad de contagio, pero no lo evita totalmente.
Se aconseja tener una pareja estable, de lo contrario conviene hacerse controles periódicos.
La gonorrea o blenorragia se pude curar con tratamiento con antibióticos, y si este se hace a tiempo la infección no deja secuelas.
El tratamiento recomendado es: Ceftriaxona 125 mg IM única dosis (cefalosporina de 3ª generación). Se aconseja indicar otro antibiótico para "clamidia", porque es frecuente la presencia de esta bacteria en los pacientes con gonorrea.