En el siglo XVIII Döderlein observó con el microscopio que en la secreción vaginal de mujeres sana la presencia de bacilos Gram positivos, que fueron llamados "bacilos de Döderlein" en su honor.
Más del 50% de las consultas ginecológicas por infecciones son producidas por la flora endógena (flora que habita en el tejido vaginal). Esta flora cumple diferentes roles, protegen o pueden causar infecciones bajo determinadas condiciones.
Desde 1962 a la flora vaginal se la denomina "flora habitual" en reemplazo del término normal, porque de esta forma se incluyen los microorganismos que están presentes sin producir infección, pero que bajo ciertas circunstancias pueden desencadenarlas o asociarse a una infección.
Cuando nos referimos a la flora habitual, tenemos como referencia a la secreción vaginal de la mujer en edad reproductiva. Pero hay que tener en cuenta que hay variaciones de acuerdo a la edad y a las condiciones hormonales de la mujer. En las ancianas pueden aparecer infecciones con microorganismos endógenos de baja virulencia, por la atrofia del tejido epitelial. Otras circunstancias durante las que hay variaciones en la flora habitual son el período menstrual, embarazo y puerperio.
El uso de tampones, de toallas higiénicas alteran la flora habitual, como también el uso de jabones con desodorante o las duchas vaginales. Muchas infecciones vaginales aparecen después de haberlos usado.
Referencia Bibliográfica: Ginecología de Gori- Gori, Jorge- Lorusso, Antonio y colaboradores - Editorial El Ateneo - 2005