La Vaginosis Bacteriana es una infección del cuello del útero y de la vagina, que aparece con más frecuencia en las mujeres que están en edad reproductiva. Representa el 20% al 30% de las infecciones cervico - vaginales.
Por una alteración de la flora vaginal habitual, que produce un desplazamiento de los Lactobacillus. Esto permite que crezcan bacterias que forman parte de dicha flora, produciendo una inflamación cervico - vaginal. Es una infección producida por varios gérmenes ( Gardenellas vaginalis, Anaerobios, Mobilincus, Mycoplsma ), por lo que desde 1985 la Dra. Farinatti, de Argentina, propone el nombre de "Complejo GAMM".
Los factores que alteran la ecología vaginal son las hormonas (la Vaginosis Bacteriana es más frecuente durante la etapa reproductiva y en las mujeres que reciben terapia de reemplazo hormonal durante el climaterio) y las duchas vaginales.
Si bien es una infección que aparezca con más frecuencia en mujeres que mantienen relaciones sexuales, no hay hasta la actualidad evidencias de que sea una enfermedad de transmisión sexual, ya que se encuentra en mujeres vírgenes o en posmenopáusicas sin actividad sexual. Es menos frecuente en prepúberes y durante la posmenopausia, lo que avalaría la relación de esta infección con el nivel hormonal de la mujer.
Se supone que las duchas vaginales internas aumentan el riesgo de tener Vaginosis Bacteriana.
Flujo vaginal blanco-grisáceo pardusco o amarillento , de aspecto homogéneo.
Prurito (no siempre se presenta).
Disuria (ardor al orinar).
Eritema (enrojecimiento) o ardor vulvar.
Dispareunia (dolor durante la relación sexual).
Sinusorragia (pérdida de sangre durante la relación sexual)
Menstruaciones ligeramente fétidas.
Mal olor después del coito.
1) Embarazadas: aumenta el riesgo de parto prematuro.
2) Enfermedad inflamatoria crónica: esta inflamación produce alteraciones en las Trompas de Falopio, lo que aumenta el riesgo de embarazo ectópico.
3) Asociación con infecciones postoperatorias: se asocia la vaginosis bacteriana con la endometritis post parto, infecciones postoperatorias en cesáreas o histerectomías (extirpación parcial o total del útero).
4) Inserción de DIU (dispositivo intrauterino).
5) Relación con enfermedades de transmisión sexual: se observa que la Vaginosis Bacteriana aumenta la suceptibilidad para contraer herpes simple, infección por Chlamydia, gonorrea.
6) Infecciones urinarias: las mujeres con esta infección pueden tener infecciones urinarias en forma recurrente.
1) pH vaginal mayor de 4.5
2) Test de aminas (toma una muestra de flujo y se le agrega hidróxido de potasio al 10%).
3) Observación microscópica del flujo: se ven las "células guía" (clue cells) y la ausencia de inflamación.
4) Flujo homogéneo grisáceo.
Se deben tomar medidas que eviten la alteración de la flora vaginal, como la abstinencia sexual, no realizar duchas vaginales, tener parejas sexuales estables y cumplir con el tratamiento indicado por el médico en forma completa, aunque hayan desaparecido los síntomas.
Las drogas utilizadas son el Metronidazol y la Clindamicina, por vía oral o en forma de cremas. Durante el embarazo lo único que varía es la dosis. Se debe tener en cuenta que a pesar del tratamiento pueden reaparecer los síntomas. No es necesario que el hombre haga el tratamiento.
Vaginosis Bacteriana
La Vaginosis Bacteriana es una infección del cuello del útero y de la vagina, que aparece con más frecuencia en las mujeres que están en edad reproductiva. Representa el 20% al 30% de las infecciones cervico - vaginales.
¿Cómo se origina?
Por una alteración de la flora vaginal habitual, que produce un desplazamiento de los Lactobacillus. Esto permite que crezcan bacterias que forman parte de dicha flora, produciendo una inflamación cervico - vaginal. Es una infección producida por varios gérmenes ( Gardenellas vaginalis, Anaerobios, Mobilincus, Mycoplsma ), por lo que desde 1985 la Dra. Farinatti, de Argentina, propone el nombre de "Complejo GAMM".
Los factores que alteran la ecología vaginal son las hormonas (la Vaginosis Bacteriana es más frecuente durante la etapa reproductiva y en las mujeres que reciben terapia de reemplazo hormonal durante el climaterio) y las duchas vaginales.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Si bien es una infección que aparezca con más frecuencia en mujeres que mantienen relaciones sexuales, no hay hasta la actualidad evidencias de que sea una enfermedad de transmisión sexual, ya que se encuentra en mujeres vírgenes o en posmenopáusicas sin actividad sexual. Es menos frecuente en prepúberes y durante la posmenopausia, lo que avalaría la relación de esta infección con el nivel hormonal de la mujer.
Se supone que las duchas vaginales internas aumentan el riesgo de tener Vaginosis Bacteriana.
Síntomas
Flujo vaginal blanco-grisáceo pardusco o amarillento , de aspecto homogéneo.
Prurito (no siempre se presenta).
Disuria (ardor al orinar).
Eritema (enrojecimiento) o ardor vulvar.
Dispareunia (dolor durante la relación sexual).
Sinusorragia (pérdida de sangre durante la relación sexual)
Menstruaciones ligeramente fétidas.
Mal olor después del coito.
Complicaciones clínicas
1) Embarazadas: aumenta el riesgo de parto prematuro.
2) Enfermedad inflamatoria crónica: esta inflamación produce alteraciones en las Trompas de Falopio, lo que aumenta el riesgo de embarazo ectópico.
3) Asociación con infecciones postoperatorias: se asocia la vaginosis bacteriana con la endometritis post parto, infecciones postoperatorias en cesáreas o histerectomías (extirpación parcial o total del útero).
4) Inserción de DIU (dispositivo intrauterino).
5) Relación con enfermedades de transmisión sexual: se observa que la Vaginosis Bacteriana aumenta la suceptibilidad para contraer herpes simple, infección por Chlamydia, gonorrea.
6) Infecciones urinarias: las mujeres con esta infección pueden tener infecciones urinarias en forma recurrente.
Diagnóstico
1) pH vaginal mayor de 4.5
2) Test de aminas (toma una muestra de flujo y se le agrega hidróxido de potasio al 10%).
3) Observación microscópica del flujo: se ven las "células guía" (clue cells) y la ausencia de inflamación.
4) Flujo homogéneo grisáceo.
Medidas preventivas
Se deben tomar medidas que eviten la alteración de la flora vaginal, como la abstinencia sexual, no realizar duchas vaginales, tener parejas sexuales estables y cumplir con el tratamiento indicado por el médico en forma completa, aunque hayan desaparecido los síntomas.
Tratamiento
Las drogas utilizadas son el Metronidazol y la Clindamicina, por vía oral o en forma de cremas. Durante el embarazo lo único que varía es la dosis. Se debe tener en cuenta que a pesar del tratamiento pueden reaparecer los síntomas. No es necesario que el hombre haga el tratamiento.
Bibliografía: Gori, Jorge- Lorusso,Antonio. Ginecología de Gori. Segunda edición de Editorial Atlándida. 2005