En la actualidad la expectativa de vida se ha prolongado, por lo que la etapa de la menopausia abarca un tercio de la vida de la mujer. Es por eso que la medicina actual lucha para que todos los seres humanos tengan una buena salud, lo que está relacionado con una mejor calidad de vida. Dentro de la salud se incluye la actividad sexual. Y es por eso que los ginecólogos al hacer la historia clínica de una mujer menopáusica, le pregunte si tiene molestias al tener relaciones sexuales.
La baja producción de estrógenos durante la menopausia hace que la mujer tenga "sofocos" o calores, síntoma que con más frecuencia se relaciona con la etapa menopáusica. Pero también es muy común que las mujeres tengan molestias en la vulva y la vagina, como consecuencia del déficit de estrógenos.
Los síntomas que tiene la mujer en la vulva y la vagina por el déficit de estrógenos si no se los trata, con el tiempo aumentan en intensidad produciendo cada vez más molestias que interfieren en la calidad de vida cotidiana y también en la actividad sexual. En cambio los sofocos pueden desaparecer espontáneamente con el transcurso de los años
Se estima que entre el 10% y el 40% de las mujeres posmenopáusicas tienen síntomas de atrofia vulvovaginal.
La mujer con atrofia vulvovaginal tendrá: ardor vulvar, sequedad en la vulva y la vagina, y dispareunia( dolor persistente en la zona urogenital antes, durante o después de la relación sexual).
Los síntomas de la vulvovaginitis atrófica afectan la calidad de vida de la mujer posmenpáusica porque el ardor le produce incomododidades al realizar deportes por ejemplo y especialmente repercute en su sexualidad, porque al tener dolor al tener relaciones sexuales no puede vivir su sexualidad con placer, por el contrario tiende a rechazar la actividad sexual.
Cuando faltan los estrógenos se observa:
La superficie de la vagina al ser más delgada sangra con más facilidad ante traumatismos leves, por este motivo algunas mujeres sangran por vagina, en forma escasa, después de tener relaciones sexuales.
Durante la menopausia el déficit de estrógenos altera la flora vaginal, produciendo la disminución de los Lactobacilos, y disminución del ph vaginal. La consecuencia es que la mujer menopáusica tiene más predisposición para tener infecciones vaginales.
.La vulvovaginitis atrófica se trata con lubricantes que no contienen hormonas, lo que sirve para mejorar los síntomas locales.
También se indican estrógenos locales que no sólo producen la mejoría de las molestias que tiene la mujer en la mucosa de la vulva y la vagina, sino que también corrigen los cambios producidos por la falta de estrógenos.
Estrógenos locales:
Cremas vaginales: con 17 beta estradiol (2 a 4 gr./día) durante 2 semanas. Se puede seguir usando la crema con estrógenos 2 veces por semana (1 gr por día) como dosis de mantenimiento.
También existen cremas vaginales con estrógenos conjugados, que se aplican igual que el 17 beta estradiol.
Anillos vaginales: son dispositivos que contienen 2 mg de 17 beta estradiol, liberando pequeñas dosis cada día, durante un período de 3 meses.
Comprimidos vaginales: contienen estradiol, y se aplican una vez por día, durante 2 semanas. La dosis de mantenimiento es 1 comprimido 2 veces por semana.
Mantener relaciones sexuales también ayuda a mejorar los trastornos de la vulvovaginitis atrófica.
El tratamiento de esta afección siempre debe ser elegido por el médico después de haber conversado con la paciente, ya que cada caso es diferente. Es importante que la mujer esté informada sobre las diferentes opciones que existen para el tratamiento de la vulvo vaginitis, para que el mismo sea personalizado.
No, la vaselina no se indica para lubricar la vagina antes de tener relaciones, porque al no eliminarse con facilidad favorece las infecciones de la mucosa vaginal.
Las hormonas por vía vaginal se absorben en cantidades mínimas por la mucosa vaginal, por lo que no traen complicaciones en el organismo.
Bibliografía: Dr. Gori, Jorge - Dr. Lorusso, Antonio - Ginecología de Gori - Editorial El Ateneo - 2ª edición