Los alimentos son los que le dan al organismo todos los materiales que necesitan para obtener energía, para crecer y reproducirse. Contienen sustancias que son vitales para el mantenimiento de las funciones corporales, a las que se las llama “nutrientes”.
La nutrición estudia los diferentes tipos de “nutrientes” que contienen los alimentos, cómo se metabolizan en el organismo y cuáles son sus funciones en el cuerpo para que éste mantenga un estado saludable.
Leyes de la alimentación: el Dr. Pedro Escudero, padre de la alimentación en la Argentina, basándose en conceptos de Hipócrates reunió varios conceptos y enunció las Leyes de la Alimentación. Su cumplimiento asegura que la dieta sea correcta.
Una de las leyes de la alimentación expresa que para mantener la salud es necesario ingerir, a través de los alimentos, todos los nutrientes necesarios para el organismo.
La “cantidad” de los alimentos que come una persona deben satisfacer las necesidades calóricas que necesita para cubrir su gasto de energía, según la actividad que realice. De acuerdo a este concepto la alimentación podrá ser suficiente, insuficiente o excesiva.
La alimentación debe ser “completa”. No existe un alimento que contenga todos los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos del organismo, la excepción es la leche materna en los primeros meses de vida.
Otra de las leyes de una buena alimentación dice que los diferentes nutrientes de los alimentos deben ingerirse respetando una “relación de proporciones entre sí”.
Los hidratos de carbono cubren el 50 a 60% de la energía que da la alimentación, las proteínas el 10 a 20% y las grasas el 30%.
Es importante destacar que la alimentación debe ser “ adecuada” a cada persona, tanto según su salud como sus hábitos y gustos.
Los alimentos tienen diferentes cantidades de componentes, lo que permite clasificarlos en “macronutrientes” y “micronutrientes”.
Macronutrientes (macro = grande): son los principales componentes de la dieta. Son las proteínas, los hidratos de carbono, y los lípidos o grasas, pudiéndose incluir también la fibra y el agua.
Micronutrientes (micro = pequeño): sólo están presentes en la dieta en bajas proporciones. Casi no aportan energía, pero son esenciales para que el metabolismo funcione correctamente. Los micronutrientes son las vitaminas ( vitaminas A, C, D, E, K y el complejo B) y los minerales ( hierro, calcio, etc.)
Fuente: Dr. González Infantino, Carlos – Dr. de Girolami, Daniel – Clínica y terapéutica de la Nutrición del adulto – Editorial El Ateneo - 1ª edición- 2008