Analgesia para el Trabajo de Parto

El parto es para la mujer una vivencia intensa, dolorosa, que queda para siempre en su memoria. Durante el trabajo de parto el dolor y la angustia de la madre se potencian, por este motivo adquieren importancia las actitudes de apoyo y aliento por parte del equipo obstétrico así como la aplicación de procedimientos que la ayuden a tolerar el dolor. Quedaron en el pasado los partos dolorosos en los que no se utilizaba ningún tipo de analgesia. Hoy se utiliza la anestesia peridural para que la mujer tolere el dolor del parto.

Al comienzo del período de dilatación la parturienta puede caminar para encontrar la posición que le resulte menos dolorosa o permanecer acostada de costado, esto se hablará con el equipo médico que atenderá el parto, especialmente con la obstétrica. Hay quienes aconsejan que la mujer se balancee apoyada en algún mueble o que se ponga en cuclillas, posición que le calmará el dolor de espalda o de cintura. Es muy importante en esta primera parte de trabajo de parto, el apoyo que la familia le brinde a la embarazada.

Cuando el trabajo de parto progresa y el cuello uterino alcanza los 4 cm. o 5 cm. de dilatación, se puede comenzar a aplicar la anestesia peridural, cuyo efecto se notará después de 20 minutos de su aplicación. Se utiliza la técnica habitual, pero dejando un catéter al retirar la aguja, para que el anestésico se administre en forma continua durante el trabajo de parto y durante el período expulsivo.

El dolor del parto, tal vez el más intenso de su vida, aparece sin que la mujer esté enferma, y se produce durante el período de dilatación por las contracciones del útero y la dilatación del cuello uterino, posteriormente cuando se llega al período expulsivo la embarazada siente dolor por el descenso del bebé que ejerce presión sobre el periné, y la distensión del orificio vaginal.

La percepción dolorosa varía en cada embarazada porque está relacionada con factores individuales como el umbral al dolor (intensidad mínima a partir de la cual un estímulo se percibe como doloroso) de cada mujer, además del estado emocional en que llega al parto, ya que la ansiedad produce una percepción del dolor más intensa. Los factores socioculturales también tienen influye en la tolerancia al dolor.

Actualmente se ofrece información sobre la analgesia durante el trabajo de parto en los cursos de psicoprofilaxis, donde la embarazada y su pareja podrán hablar sobre la utilización de la aplicación de la anestesia peridural durante el trabajo de parto normal.

Las desventajas que puede tener la analgesia con peridural son la disminución de la sensación de pujo (contracción de los músculos abdominales, reflejo que es desencadenado por la penetración profunda de la cabeza del bebé en la pelvis materna). Esto ocurre por la pérdida de sensibilidad que produce la anestesia en la parte inferior del cuerpo. Por la misma causa la madre no podrá caminar por unas horas, hasta que se pase el efecto de la anestesia.

En la actualidad las evidencias demuestran que si la peridural se aplica cuando el cuello uterino tiene 4 o 5 cm. de dilatación, no aumenta el riesgo de terminar el parto con una cesárea o un fórceps.

La utilización de la anestesia durante el trabajo de parto es una decisión que debe ser tomada en conjunto entre la embarazada y el obstetra que atenderá el parto, por eso es fundamental la relación de confianza que se crea entre la mujer y su pareja con el equipo obstétrico, para decidir la conducta a seguir ante el dolor del parto. El planteo de utilizar o no anestesia peridural debe servir para que la mujer vea en este tipo de analgesia un elemento que la hará estar más relajada durante el parto, que le permitirá participar en forma activa durante el mismo.

por Dra. Marinés Camero