Técnica

Para realizar la episiotomía se aplica anestesia local, previa aplicación en la zona donde se hará la incisión de un líquido antimicrobiano para prevenir la infección, y cuando la cabeza del bebé distiende el periné (partes blandas que cierran hacia abajo el fondo de la pelvis), durante el período expulsivo, se realiza el corte con tijera o bisturí, desde adentro hacia fuera y de arriba hacia abajo, atravesando la mucosa vaginal, la piel y los músculos de la región perineal. Generalmente se hace durante una contracción uterina, para que la embarazada no se de cuenta que le están haciendo el corte. La mano libre del obstetra protege la cabeza del bebé, para evitar lesiones en la misma, y lo hace interponiendo los dedos índice y medio entre los tejidos maternos y la cabeza fetal.

La reparación de la episiotomía (episiorrafia) debe iniciarse después del alumbramiento, para que en caso de que haya que sacar la placenta con la mano por alguna anormalidad de este período, no se altere la integridad de la sutura.

La sutura se comienza desde el ángulo vaginal, cuidando de que no quede ningún vaso sanguíneo sangrando que produzca después un hematoma. Primero se sutura los músculos, en segundo lugar la mucosa vaginal y por último se aproximan los bordes de la piel. El hilo que se usa para este tipo de sutura es de un material resorbible, para que los puntos no haya necesidad de sacarlos y se caigan solos, sin que se abra la herida.

Referencia bibliográfica: Dr. Votta, Roberto- Compendio de Obstetricia- Edición año 2000

por Dra. Marinés Camero