La mamografía es un tipo de radiografía que permite visualizar las diferentes estructuras de las mamas mediante el empleo de los rayos X. Se la considera un método de diagnóstico complementario, que ayuda a profundizar el estudio de una lesión o confirmar el diagnóstico clínico efectuado por el médico mediante la palpación de las mamas.
Se utilizan equipos especializados, llamados mamógrafos. Estos aparatos tienen un tubo que emite rayos x para poder ver las estructuras internas de la mama.
Con este estudio se ve el contorno de la piel, una zona clara que corresponde al tejido subcutáneo, una zona densa que es la parte de la glándula mamaria y por último una imagen clara detrás de la zona glandular.
En las mujeres jóvenes el tejido glandular se ve como imágenes densas, con escaso tejido adiposo que es más claro. Durante el embarazo y la lactancia la densidad del tejido glandular aumenta. En las mujeres post menopaúsicas predomina el tejido adiposo, por lo que la zona de la glándula mamaria se ve más clara que en las jóvenes.
Este estudio se debe hacer en la primera mitad del ciclo menstrual, porque evita que la mujer reciba radiaciones en el caso que exista un embarazo ignorado y también hay menos líquido en el tejido mamario antes de la ovulación, lo que permite obtener mejores imágenes.
La paciente permanece de pie. El examen mamógrafico se hace en forma bilateral. Se coloca una placa debajo de la mama (craneocaudal) y después se hace otra radiografía poniendo una placa en el lado externo de la mama (mediolateral y oblicua).
Se describen las imágenes informando su localización, tamaño, y si son únicas o varias en diferentes partes de la mama. Al final del informe el médico escribe una conclusión para el profesional que solicitó el estudio.
1) Cuando el médico encuentra al examen clínico signos de enfermedad mamaria como nódulos, derrames por el pezón, etc.
2) Mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama.
3) Control de la mama restante después de una operación de cáncer de mama (mastectomía).
4) Control de la evolución de microcalcificaciones mamarias
5) Para prevenir el cáncer de mama
La Sociedad Americana de Cáncer recomienda hacer mamografía de control a partir de los 40 años cada 1 o 2 años. En las mujeres que tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama, por tener madre o hermanas con esta enfermedad, en general se hace a partir de los 35 años, pero en definitiva es el médico quién aconseja cuando comenzar con los controles mamográficos.
Los radiólogos utilizan un método uniforme para informar este estudio, según lo establecido por el Colegio Americano de Radiología. El sistema se llama BI- RADS ( Breast Imaging Reporting and Data System). Esta manera de informar las mamografías permite unificar criterios Se ordenan las lesiones en seis categorías, estableciendo el grado de sospecha y la recomendación sobre la conducta a seguir.
Bibliografía: Dr. Gori, Jorge - Dr. Lorusso, Antonio - Ginecología de Gori - Editorial El Ateneo - 2a edición