La medicina actual fija su mirada especialmente en la prevención, y es por este motivo que se recomienda a las mujeres que además del control clínico anual se hagan un” chequeo ginecológico” una vez por año.
Se lo deben hacer todas las mujeres una vez que comienzan a tener relaciones sexuales, o después de los 35 años cuando no han tenido nunca actividad sexual.
Es importante elegir un médico ginecólogo con el que la mujer se sienta cómoda, para establecer una relación de mutua confianza.
El “chequeo ginecológico” consiste en un examen completo para evaluar los órganos femeninos (vulva, vagina, cuello del útero, endometrio, útero, trompas, ovarios y mamas).
Este examen permite prevenir y diagnosticar en forma precoz patologías asociadas a la mujer. Estas pueden ser lesiones benignas del aparato genital femenino, inflamaciones, enfermedades de transmisión sexual y cánceres que tratados en forma precoz pueden curarse.
Este estudio incluye lo siguiente:
Historia clínica: para saberlos antecedentes de enfermedades que ha tenido la mujer, los antecedentes de enfermedades familiares, las operaciones a que fue sometida la paciente, si utiliza algún método anticonceptivo, las características de las menstruaciones, si fuma, etc.
Examen ginecológico: el médico revisa a la paciente en una camilla, donde se acuesta la mujer, adaptada para este tipo de examen.
Papanicolau: es un método de diagnóstico que consiste en el estudio microscópico de las células que se desprenden del cuello uterino y de las paredes de la vagina, del útero y en forma excepcional de los ovarios y las trompas. Tal vez es una de las mejores formas para prevenir el cáncer en la mujer. También en el estudio de las células se pueden observar la actividad hormonal de los ovarios.
Colposcopía: este estudio se hace en general después de que se extrae el material celular para el Papanicolau y se realiza con un aparato llamado colposcopio. Este aparato es un microscopio que permite ver con aumento los genitales externos, la vulva y la parte externa del cuello del útero.
Ecografía transvaginal: este método complementario de diagnóstico sirve para examinar los órganos femeninos de la pelvis. No es perjudicial para la salud porque no utiliza radiaciones, sino que aplica técnicas de ultrasonido. Permite ver la vagina, el cuello del útero, la cavidad uterina, las trompas y los ovarios.
Examen mamario: el médico realiza la palpación de las mamas y según la edad de la mujer y sus antecedentes familiares de cáncer de mama le pedirá una Rx de mamas, llamada mamografía.
No mantener relaciones sexuales, ni colocarse óvulos o cremas intravaginales 48 hs. antes de concurrir a la consulta.
Higienizarse sólo en la parte externa de los genitales, no utilizando duchas intravaginales.
Referencia bibliográfica: Dr Gori, Jorge – Dr. Lorusso, Antonio y colab. - Ginecología de Gori – Editorial El Ateneo – 2ª edición