El Papanicolau o el comúnmente llamado “Pap,” es el estudio microscópico de las células del cuello uterino, aunque también se ven las células de la vagina y en forma excepcional los elementos celulares de las trompas, los ovarios o de la cavidad del útero
Es uno de los métodos auxiliares de diagnóstico más empleados en la actualidad. Cuando el Papanicolau se realiza sólo da una seguridad del 50%, pero cuando se hace junto con la colposcopía el índice de seguridad aumenta entre un 98% y un 100%.
La paciente se acuesta en la camilla ginecológica y el médico le coloca un instrumento de plástico, descartable, que se abre ensanchando la vagina y permite ver la parte superior de la vagina y el cuello uterino. Este procedimiento no duele porque las paredes de la vagina son elásticas, lo que permite que abran. Con una espátula fina de madera se extraen tres muestras. Una con material de las paredes de la vagina y otra de la parte externa del cuello uterino. Con un cepillo cilíndrico delgado saca material de adentro del cérvix. Se colocan las muestras en vidrios rectangulares, llamados portaobjetos, y se las introduce en alcohol al 95% o se las fija con spray para el cabello (las más baratas tienen más alcohol). Este material se envía a médicos especialistas en estudiar células (citólogos) para que las miren al microscopio.
La mujer no debe estar con menstruación ni mantener relaciones sexuales 48hs antes de hacer el estudio. También dos días antes están contraindicados los lavajes vaginales, la colocación de óvulos o cremas intravaginales. Todas estas precauciones evitan que se oculten células anormales.
Actualmente la Sociedad americana de Colposcopía y Patología Cervical recomienda hacerlo cada tres años. Se debe realizar una vez por año en casos de promiscuidad sexual, antecedentes de HPV, tabaquismo, presencia de enfermedades de transmisión sexual, en pacientes inmunosuprimidas o antecedentes de lesiones premaliganas o de cáncer cervical. En algunos países se aconseja hacer el estudio una vez por año.
Las mujeres a las que se les realizó una histerectomía total (operación en la que se extirpa el útero y el cuello del útero) en general no se deben hacer el Papanicolau, salvo que el médico se los indique por tener antecedente de cáncer de cuello uterino.
En mujeres que no han tenido relaciones sexuales se puede extraer materia de la vagina con un cepillo delgado, a través del himen que normalmente tiene un orificio.
En este estudio se informan si las células no tienen anomalías, entonces se informa el Papanicolau como negativo. Se puede ver también la maduración de las células vaginales por el efecto hormonal, las células inflamadas por infecciones, la presencia de bacterias, hongos o parásitos vaginales. Pero lo que se busca detectar principalmente son las lesiones precancerosas o células cancerosas, especialmente del cuello uterino.
Bibliografía: Dr Gori, Jorge – Dr Lorusso, Antonio y colab. Ginecología de Gori Editorial El Ateneo 2ª edición.
Informe de American Society for Colposcopy and Cervical Pathology 2012