• Reconstrucción Mamaria

Desde la antigüedad la mama es un órgano al que se lo asocia con la femineidad o maternidad, y tiene gran importancia para la esfera psicosexual de la mujer.

Las alteraciones de la forma de la mama ya sea  por malformaciones congénitas,  quemaduras, traumatismos o bien la mutilación después de una mastectomía, nombre que se le da a la operación en la que se extirpa la mama por un cáncer, modifica la armonía corporal de la mujer lo que produce un impacto negativo en su esfera psicológica, reflejada a veces en dificultad para mantener relaciones sexuales.

En estos casos se puede hacer una  "reconstrucción mamaria", que es una cirugía plástica que se realiza para restaurar la forma de la mama. Los casos más frecuentes donde se aplica este procedimiento de quirúrgico  son los de mujeres a quienes se les ha practicado  una "mastectomía" para extirparle un cáncer. Se puede hacer en forma "inmediata"( después de terminada la mastectomía) o "diferida" ( se espera un tiempo para realizar la reconstrucción de la mama).

Hasta hace unos años se discutía si la "reconstrucción mamaria" convenía hacerla en forma inmediata a la mastectomía o bien esperar un tiempo, es decir hacerla en forma diferida.  Se pensaba que la reconstrucción mamaria debía hacerse después de un tiempo de haber realizado la mastectomía, porque se temía que la cirugía reconstructiva podía interferir en el control oncológico de la paciente. Pero el paso del tiempo demostró que la reconstrucción inmediata de la mama no interferían  en los controles, y que hasta eran más beneficiosos para la mujer porque le evitaba el estrés de no verse sin la mama. En la actualidad los especialistas han demostrado una asociación entre el estrés y  la mala evolución del cáncer.    

El momento en que conviene hacer la "reconstrucción mamaria" lo decide la paciente junto con el cirujano plástico y el profesional que controla a la mujer por el cáncer. En la decisión influye el estadío del tumor, el estado de salud de la mujer tanto física como psíquica, las posibilidades de hacer un buen control pos operatorio, el tamaño de la otra mama, etc. Lo importante es tener en cuenta que cada paciente tiene sus propias condiciones, por lo que cada caso es diferente.

Existen dos formas de hacer la reconstrucción mamaria, colocando una prótesis o usando el tejido de la propia mujer, ya sea del abdomen, espalda o de otra zona de su cuerpo, para formar la nueva mama.

Reconstrucción con prótesis: se implanta una prótesis de gel de siliconas o de solución salina, debajo de la piel del tórax, por delante del músculo pectoral. Hay pacientes que tienen mamas grandes a las que conviene colocarles una prótesis expansora, que puede aumentar su volumen en forma progresiva hasta que alcance el tamaño adecuado para la paciente. El cirujano plástico decidirá qué prótesis es la que más le conviene a la paciente. Después de tres a seis meses se extrae este implante y se reemplaza por una prótesis definitiva. Puede ser que la mujer necesite una nueva intervención para que se le reconstruya la aréola y el pezón.

El uso de implantes no siempre da un buen resultado, porque la piel de la zona pectoral es muy delgada, lo que impide que la prótesis tome el aspecto de una mama real.

Cuando se usa esta técnica para reconstruir la mama la paciente debe concurrir al consultorio del cirujano para que le expandan progresivamente la prótesis. En cuanto a las complicaciones son las mismas que con cualquier implante, formación de cápsula fibrosa, infección, asimetrías, etc.

Reconstrucción con colgajo muscular:

1) Colgajo de TRAM: en este método se trae el tejido graso y el músculo recto anterior del abdomen, ubicado en la zona abdominal debajo del tórax, por debajo de la piel hacia la zona mamaria. Desde el punto de vista estético da buenos resultados en cuanto a forma, consistencia y caída de la mama que se crea, por lo que suele ser la técnica más usada. El inconveniente de este procedimiento es que puede producirse una  eventración en la pared abdominal.

2) Colgajo TMG: se comenzó a realizar en España (Universidad de Navarra), y consiste en formar una nueva mama con un colgajo de tejido vascularizado de la piel, grasa y músculo que se saca del muslo de la mujer. Da buenos resultados en mujeres delgadas.

2)  Microcirugía: la reconstrucción se puede hacer con microcirugía, transfiriendo piel y tejido con esta técnica. Se aplica en pocos casos porque requiere de centros muy especializados. Hay estados de salud o hábitos de la paciente que contraindican este método (obesidad, diabetes, tabaquismo).

3) Colgajo Latissimus Dorsi: cuando se aplica esta técnica se utiliza el tejido muscular y la piel de la zona del músculo dorsal, que se encuentra en la espalda. En la mayoría de los casos hay que aplicar una prótesis para conseguir un buen volumen mamario.

La ventaja de hacer la reconstrucción de la mama con tejido de la propia mujer sobre las prótesis es que al utilizar colgajos de tejido la mama tendrá un aspecto más natural, aumenta o disminuye de volumen si la mujer sube de peso o adelgaza, tolera la radioterapia, no necesita recambiar la prótesis.

Se puede completar la reconstrucción de la mama con la formación de la aréola y el pezón.

Bibliografía: Dr. Vidal, Pedro - Manual de Cirugía Plástica - Origo Ediciones

por Dra. Marinés Camero