Las embarazadas con un índice de masa corporal (IMC) bajo o alto tienen más posibilidades de sufrir complicaciones durante el embarazo.
El IMC mide la grasa del cuerpo, según el peso y la estatura.
Es importante controlar la obesidad durante el embarazo, porque se previenen complicaciones como la diabetes o la hipertensión, problemas que repercuten no sólo en la salud de la madre sino también en la del bebé.
El riesgo de complicaciones aumenta junto con el IMC, es decir que a mayor índice más riesgo de enfermedad y también más días de internación después del parto.
Fuente: BJOG- An International Journal of Obstetrics and Gynaecology – sep. 2013