• Ecografía

La mayoría de las embarazadas esperan con ansiedad el momento de hacerse la primera ecografía, porque este estudio les permite ver la primera imagen de su bebé. La ventaja de este estudio es que es una prueba sencilla, que no tiene ningún efecto perjudicial para la mamá ni para el bebé porque no existe el riesgo de la exposición a los rayos X.

Esta técnica no invasiva se aplica para evaluar el desarrollo del feto dentro del útero, y al mismo tiempo diagnosticar alguna enfermedad del bebé o alguna  anormalidad del embarazo.

En general cuando el embarazo evoluciona sin complicaciones, el médico indica tres ecografías en diferentes períodos de la gestación.

La técnica se basa en el uso de ondas sonoras de alta frecuencia, no  audibles para el oído humano (ultrasonido), emitidas por un aparato llamado transductor, que tiene la capacidad de transformar las ondas sonoras, que atraviesan los tejidos, en "ecos". A partir de estos "ecos" en un aparato llamado ecógrafo se pueden ver  imágenes que posteriormente se estudian en una pantalla. Permiten diagnosticar formas, tamaño y ubicación del feto, capta los latidos fetales y también sirve para controlar la placenta y la cantidad del líquido amniótico.

¿Cómo se realiza la ecografía?

Con la embarazada en una camilla, el médico le aplica un gel sobre la piel del abdomen y después mueve sobre esa zona un transductor, que transmite señales de ultrasonido, a una computadora donde los "ecos" se transforman en imágenes que se pueden ver en la pantalla. En las primeras semanas (entre la semana 6 y 12)  de embarazo la ecografía se realiza colocando la sonda por vía vaginal, porque a esa edad gestacional permite apreciar mejor algunos detalles del embrión.

¿Qué se puede observar con la ecografía?

Se confirma el embarazo, al mismo tiempo que se diagnostica las semanas de gestación.

Permite comprobar que el embarazo está implantado en el útero, descartando un embarazo ectópico.

Diagnostica el embarazo múltiple.

Controla el crecimiento del feto, midiendo la circunferencia de la cabeza y la longitud del fémur. Se correlaciona la talla fetal con la fecha probable del parto.

Da signos de anomalías cromosómicas (en la semana 10 a 14 del embarazo se puede medir la translucencia nucal, para diagnosticar el Síndrome de Down).

Sirve para diagnóstico de malformaciones del corazón, anomalías del desarrollo de la columna vertebral (cuando el estudio se realiza entre las semanas 16 y 20 semanas, se puede diagnosticar la espina bífida), alteraciones cerebrales ( se puede diagnosticar la hidrocefalia), anormalidades de pies y manos, de labio o paladar (como el labio leporino).

Informa sobre la posición y grado de maduración de la placenta.

Se puede determinar el sexo del bebé.

¿Cuántos tipos de ecografía se pueden realizar?

La ecografía se puede realizar en dos dimensiones, en una imagen plana (ecografía 2D). En los últimos años aparecieron las ecografías que muestran volúmenes del feto (ecografía 3D), y las más modernas que permiten ver además de las formas con volumen, los movimientos   del bebé (ecografía 4d).

Este estudio no sólo le permite al médico para hacer diagnóstico prenatal de alguna anomalía que pueda existir en el embarazo, también ayuda a que los padres lleguen mejor preparados psicológicamente para recibir a su hijo si se da esta situación, porque antes del nacimiento ya toman contacto con esta realidad. En la actualidad los estudios prenatales ayudan a resolver o aliviar más precozmente los problemas de salud del bebé.    

por Dra. Marinés Camero