Resonancia Magnética en el embarazo

La resonancia magnética nuclear es una técnica no invasiva, que puede aplicarse para el diagnóstico prenatal. Permite detectar precozmente enfermedades y malformaciones fetales. Tiene la ventaja sobre la ecografía que permite diagnosticar patologías o malformaciones del feto en los primeros meses del embarazo.

En ocasiones la posición del feto no permite hacer una valoración completa del mismo cuando se emplea la ecografía, en esos casos puede realizarse una resonancia magnética que no sólo da una imagen externa del feto, sino que además permite detectar con más detalle otras anomalías fetales ya que da imágenes del interior del organismo del feto. En algunos casos estas imágenes permiten programar el parto y lograr que sea menos riesgoso, lo que en última instancia repercute para que el recién nacido sea mejor atendido por el neonatólogo cuando tiene alguna enfermedad o malformación.

La resonancia magnética no tiene efectos perjudiciales para el feto, ya que con esta técnica se utiliza el magnetismo de los núcleos atómicos, sin emitir radiaciones ionizantes como sucede con la radiología convencional. Así se obtiene información sobre las estructuras internas y la composición del cuerpo que se está estudiando, siendo procesada y transformada en imágenes del interior del organismo. Los especialistas en imágenes como medida de precaución, la consideran una técnica nueva, aconsejan no aplicarla hasta después del primer trimestre del embarazo.

Será el obstetra el que le explicará a la futura madre el porque del pedido de este estudio y le aclarará todas las dudas que puedan surgir en la charla.

por Dra. Marinés Camero