Uno de los síntomas más frecuentes que tienen las embarazadas son las náuseas y los vómitos, y seguramente más de una vezlas mujeres con posibilidad de procrear asociaron un estada nauseoso o los vómitos con un embarazo.
Se calcula que entre el 50% al 85% de las embarazadas tienen náuseas y vómitos, que pueden presentarse junto con una sensación de asco o languidez matinal, extendiéndose en ocasiones a lo largo del día. Generalmente las náuseas preceden a los vómitos, en ocasiones acompañadas de sialorrea (aumento de la secreción de saliva). La mujer siente rechazo por los alimentos o a veces las náuseas se desencadenan por un alimento o el olor de determinada sustancia, como un perfume. También la embarazada cambia sus gustos, y no puede comer un alimento que antes del embarazo le producía placer. Estas sensaciones le disminuyen o le quitan el apetito, pero el ayuno aumenta más las náuseas y la languidez, transformando la situación en un círculo vicioso a veces difícil de romper.
Estudios hechos con embarazadas demostraron que el 80% de las mismas tienen náuseas durante todo el día, dejando de lado el mito de que este síntoma se presenta sólo a la mañana. Generalmente los vómitos son leves, comienzan a partir de la 4 semana de embarazo y son más intensos alrededor de la 9 semana de embarazo. Lo más común es que las náuseas y vómitos se calmen antes de la semana 14 de gestación. Sin embargo hay estudios científicos que comprobaron que el 13% de las embarazadas sufren de estas molestias más allá de la semana 20 de embarazo.
Un pequeño porcentaje de embarazadas tienen náuseas y vómitos persistentes, que no responden al tratamiento y esto afecta su estado de salud A este cuadro clínico se lo conoce como “Hiperemesis Gravídica”, el cual se presenta en el 0,3% a 1,5% de los embarazos. Es más frecuente en madres primerizas y en adolescentes.
El médico hace el diagnóstico por los síntomas que le refiere la mujer y por las alteraciones que observa en su estado físico, como hipotensión, cuadro de deshidratación, etc .De acuerdo a la evaluación del obstetra se clasifica al cuadro clínico como vómitos propios del embarazo o una “Hiperemesis Gravídica”. En base a este diagnóstico se decide la conducta a seguir en lo que respecta al tratamiento, internación y apoyo psicológico.
En la actualidad los médicos no podemos determinar con absoluta certeza el origen de los vómitos durante el embarazo, aunque se han propuesto varias teorías. Desde el mito de que las mujeres que han engendrado un varón rechazan la testosterona producida por las gónadas masculinas del feto, llegando a la teoría del rechazo del embarazo en forma inconsciente por parte de la madre. Más allá de estas explicaciones, algunas sin fundamento científico como el mito del sexo masculino del bebé, se consideran varias causas que producen la aparición de las náuseas y vómitos durante la gestación, aunque la etiología exacta se desconoce.
Teoría Hormonal: es probable que estas molestias gástricas se deban a la presencia de la hormona gonadotrofina humana coriónica, que aumenta a los pocos días de la falta de menstruación y coincide con la aparición de las náuseas y vómitos a partir de la cuarta semana de embarazo. Si comparamos la semana en que se produce el pico máximo de aumento de la hormona coriónica con la aparición de las molestias gástricas, vemos que su cronología tienen cierta coincidencia, ya que el pico de concentración hormonal se produce en la semana 8 para disminuir bruscamente en la semana 12 de gestación.
Cambios en la motilidad gástrica durante el embarazo: se sabe que por efecto de la progesterona disminuye la motilidad de la mucosa gástrica e intestinal lo que podría provocar vómitos durante la gestación.
Déficit vitamínico del embarazo: la falta de un aporte adecuado de vitaminas, especialmente de tiamina o vitamina “B”, puede producir vómitos hasta llegar a una Hiperemesis Gravídica.
Alteraciones hepáticas: serían una consecuencia del mal funcionamiento hepático en la Hiperemesis Gravídica, y no la causa de los vómitos.
Causas psicológicas: durante mucho tiempo se atribuyeron los vómitos al rechazo por parte de la mujer a su embarazo, sin embargo en la actualidad los estudios médicos muestran que los síntomas psicológicos son consecuencia del estrés que le produce a la embarazada tener vómitos, más que la causa de los mismos.
Infección de la mucosa gástrica: se ha encontrado, en un gran porcentaje de embarazadas con vómitos, una bacteria llamada “Helicobacter Pylori”, que únicamente puede vivir en un medio ácido como el estómago y que produce inflamación de la mucosa del mismo, lo que provocaría los vómitos además de otros síntomas.
Cuando la embarazada comienza con vómitos hay que descartar otras causas que pueden provocarlos, especialmente cuando los mismos son intensos .Se deben descartar la “hepatitis”, la “pancreatitis”,la “obstrucción intestinal”, la “úlcera péptica”,la“coleccistitis”, el “hipertiroidismo” y la “insuficiencia de las glándulas suprarrenales”.
Se le recomienda a la paciente que ingiera líquidos, para evitar la deshidratación. Si no los tolera, debe ingerirlos en pequeñas cantidades. A veces otros líquidos son mejor tolerados que el agua, por ejemplo jugos de fruta diluídos, limonada, bebidas ingeridas por los deportistas, té liviano o caldos.
Antieméticos(medicamentos que previenen o evitan las náuseas y vómitos), se dan por boca repartidos en 3 o 4 tomas diarias.
Hábitos dietéticos y estilo de vida
Se aconseja modificar los hábitos en la comida y cambios en el estilo de vida para prevenir la deshidratación, ya que mantener una buena hidratación es importante para que no haya necesidad de internar a la embarazada.
Hábitos dietéticos: 1) beber con frecuencia pequeñas cantidades, reemplazando el agua por otro tipo de líquidos. 2) comer volúmenes chicos de comida, varias veces al día. Se debe evitar tener el estómago vacío, para esto se aconsejan las colaciones pequeñas entre las comidas.3) las náuseas matinales en algunas embarazadas se calman comiendo galletas secas antes de levantarse de la cama. 4) ingerir alimentos salados, como papas fritas de copetín o galletitas saladas. 5) evitar los alimentos grasos o muy condimentados.
Cambios en el estilo de vida: 1) tratar de comer cuando la mujer se sienta mejor o cuando tenga hambre. 2) elegir comer alimentos fríos cuando hay intolerancia a las comidas calientas. 3) acostarse cuando se tengan náuseas. 4) evitar en lo posible las situaciones de estrés, ya que este último por sí mismo causa náuseas y vómitos.
Cuando la mujer tenga náuseas, vómitos o ambos síntomas, debe consultar con el médico quien evaluará el tipo de tratamiento a seguir y la ayudará con sus consejos a que lleve una vida lo más normal posible, ya que a veces la incomodidad que le produce estos síntomas a la embarazada le altera su ritmo de vida. También es bueno dialogar con el profesional sobre la salud del bebé y la suya, ya que los vómitos son síntomas pasajeros que no llegan a alterar la salud del hijo ni de la madre.
La internación está indicada cuando no se toleran los líquidos por vía oral, situación que puede afectar el estado general de la embarazada.
Bibliografía: Votta, Roberto- Compendio de Obstetricia- pág. 160-161
Goodwin TM.- Nausea and vomiting of pregnancy: and obstetric syndrome- Am J Obstet. Gynecol. 2002; 186S: 184-189
Dra Marinés Camero