En el año 1935, fue descripto por Stein y Leventhal un síndrome en el que las pacientes tenían amenorrea, obesidad, hirsutismo, esterilidad y ovarios poliquísticos (quiste pequeños). En la actualidad se lo llama "síndrome de ovarios poliquísticos".
Es un síndrome que presentan las mujeres desde la pubertad y durante la etapa fértil, que consultan por ciclos sin ovulación (anovulatorio), signos de masculinización (hirsutismo, acné,etc) y alteraciones hormonales (aumento de las hormonas masculinas).
En la actualidad se desconocen las causas exactas que producen el "síndrome de ovarios poliquísticos".
Sí es cierto que se han encontrado anormalidades en:
Ovario: es el lugar donde la producción de hormona masculina (andrógenos) está más aumentada. Esto causa la atresia (desaparición) de los folículos de los ovarios.
Hipotálamo: se produce más hormona LH, lo normal es que los niveles de LH y FSH sean iguales, esto determina una estimulación repetida sobre la producción de andrógenos de los ovarios.
El 30% de las pacientes tiene la prolactina aumentada.
Corteza adrenal: en este síndrome hay un aumento de la producción de andrógenos.
Los síntomas más comunes son ciclos menstruales sin ovulación (anovulatorios), esterilidad, trastornos menstruales, obesidad, hirsutismo, caída del cabello e hiperpigmentación de la piel en algunas partes del cuerpo.
Alteraciones de la menstruación (60%): se observan desde oligomenorrea hasta mujeres que consultan por amenorrea.
Anovulación (80%): en este síndrome los estrógenos elevados producen una retroalimentación negativa sobre el eje hipotálamo - hipófiso - gonadal.
Esterilidad (75%): es consecuencia de la falta de ovulación.
Obesidad (40%): la mujer puede tener diferentes grados de obesidad, y se cree que es causada por el efecto anabólico de los andrógenos.
Hirsutismo(70%): el vello aparece en zonas donde habitualmente la mujer no tiene vello como el mentón, las patillas, la línea media del abdomen, en el tórax, alrededor de las areólas mamarias y en el pubis la distribución del vello tiene forma romboidal como en los varones.
Caída del cabello: algunas pacientes con el SOP tienen caída del cabello producida por el exceso de andrógenos.
Acantosis nigricans: se llama así al aumento de la pigmentación de la piel , que generalmente afecta la zona de la vulva, las axilas, la raíz de los muslos, la nuca y en algunas pacientes los pliegues de la piel. Este síntoma se asocia a la obesidad y a la resistencia a la insulina en mujeres con este síndrome.
Durante la adolescencia el motivo de consulta más frecuente es la obesidad acompañada de hirsutismo y de las alteraciones menstruales.
Las mujeres en edad fértil consultan por esterilidad, ya que al tener ciclos sin ovulación no pueden quedar embarazadas.
Cuando se sospecha un "síndrome de ovarios poliquísticos" se deben medir en sangre los niveles de las siguientes hormonas:
Gonadotrofinas: la LH está aumentada, con valores mayores de 30mUI/ml y los de FSH están normales o disminuidos. La relación entre la LH/FSH está alterada, el valor que se encuentra es 2 (valor normal:1).
Estrógenos: están aumentados con niveles elevados de estrona y normales de estradiol
Testosterona: se encuentra elevada la porción libre, que es la activa.
Prolactina: en el 30% de las mujeres está aumentada.
Dehidroepiandrosterona (DHEA): es un andrógeno producido por las glándulas suprarrenales, que cuando se lo mide en sangre está en mayores niveles que lo normal.
Se le pide a la paciente dopajes de hormonas, glucemia y triglicéridos.
Cuando se mira el tejido ovárico con el microscopio se observa los ovarios con la cápsula externa que los recubre engrosada, con la mayoría de los folículos atrésicos (no han desarrollado), con un tamaño menor a 10 mm.
Cuando una mujer tiene este síndrome se observan los ovarios aumentados de tamaño, que tienen varios quistes en su parte externa, por lo menos ocho, dispuestos en círculo.
Para hacer el diagnóstico de síndrome de ovario poliquísticos se debe tener en cuenta la presencia de por lo menos dos de los siguientes síntomas:
Anovulación (con amenorrea u oligomenorrea)
Aumento de los andrógenos en sangre.
Manifestaciones clínicas del aumento de andrógenos (hirsutismo, etc).
La ecografía ayuda al diagnóstico, pero aunque no se encuentran alteraciones la paciente puede tener igual un "síndrome de ovarios poliquísticos".
El 7% de las mujeres entre los 25 a 35 años de edad pueden presentar este síndrome.
Deben descartarse otros cuadros que muestran una producción aumentada de andrógenos.
Síndrome de Cushing
Hiperplasia adrenal congénita.
Alteraciones tiroideas ( hipotiroidismo o hipertiroidismo)
Tumores que producen hormonas masculinas (ováricos o de las glándulas suprarrenales)
Las mujeres que quedan embarazadas pueden perder varios embarazos, mayor riesgo de tener diabetes gestacional, hipertensión inducida por el embarazo, pre eclampsia y partos pre términos.
Las pacientes obesas y con resistencia a la insulina tienen más posibilidades de tener enfermedades cardíacas, como hipertensión arterial, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Estas pacientes pueden desarrollar diabetes tipo II.
El tratamiento se indica para corregir los síntomas predominantes que tiene cada paciente. Se trata de restablecer los ciclos ovulatorios para que la paciente quede embarazada, frenar la producción de andrógenos que producen efectos estéticos indeseables en la mujer (acné, hirsutismo, etc.) y corregir los trastornos del ciclo.
Otro factor a tener en cuenta cuando se indica el tratamiento es el deseo o no por parte de la mujer de tener hijos.
El tratamiento con cirugía (resección cuneiforme de los ovarios) prácticamente no se usa porque se ha reemplazado por los inductores de la ovulación.
Hiperandrogenismo
Para los síntomas como el hirsutismo, el acné y los producidos por el exceso de hormona masculina se usan los antiandrógenos (ciproterona, espironolactona)
Los anticonceptivos, con bajas dosis de estrógenos y gestágenos sin efecto androgénico, pueden resultar efectivos especialmente en los casos que la paciente tenga acné.
Desde el punto de vista estético a veces habrá que recomendar, además de la medicación antiandrógenica, métodos de depilación con láser o de depilación definitiva. Los antiandrógenos evitan que el vello siga creciendo, pero no actúan sobre el hirsutismo ya establecido.
Alteraciones del ciclo menstrual
Se usan anticonceptivos orales, con bajas dosis de estrógenos y gestágenos, o progestágenos (medroxiprogesterona) en la segunda mitad del ciclo, para las pacientes que no desean un embarazo. Este tratamiento se aplica para disminuir los niveles de estrógenos que producen efectos indeseables sobre el endometrio.
Esterilidad
Para que la paciente vuelva a ovular y por lo tanto recupere la fertilidad, se indican drogas que estimulan la ovulación (inductores de la ovulación), como el citrato de clomifeno, la gonadotrofina menopáusica humana o análogos de la Gn-RH.
La resección en forma de cuña de los ovarios en la actualidad casi no se aplica, porque se prefieren las drogas que estimulan la ovulación. La electrocoagulación de los quistes se utiliza en algunos casos.
Con el clomifeno se logra la ovulación en el 60% al 80% de los casos y en cuanto a los embarazos el porcentaje de éxitos es del 40% al 50%.
No se observaron diferencias entre las tasa de éxito entre el tratamiento médico y la cirugía.
En pacientes con obesidad se recomienda la disminución de peso, porque se ha demostrado que con una reducción del 5% del peso se inhibe la síntesis de andrógenos, y la mujer vuelve a ovular. Es aconsejable que la paciente siga una dieta y comience a realizar ejercicios. Cuando tienen la insulina alta el uso de metformina ayuda a que la paciente vuelva atener ciclos regulares con ovulación.
Bibliografía: Dr. Gori, Jorge - Dr. Lorusso, Antonio - Ginecología de Gori - Editorial El Ateneo - 2ª edición
Dr. Comparato, Mario - Compendio de Ginecología - Editorial El Ateneo - 3ª edición