Metrorragia

Uno de los síntomas ginecológicos que más preocupación produce en las pacientes, y que es una de las causas más frecuentes de consulta al médico, es la hemorragia genital.

La "metrorragia" no es una enfermedad, es un síntoma ginecológico que debe ser estudiado siempre porque puede ser manifestación  no sólo enfermedades ginecológicas sino también de enfermedades de otros órganos.

La "metrorragia" es toda pérdida de sangre que tiene la mujer por sus genitales externos, y que tiene su origen en el útero como consecuencia de un proceso anormal.

La hemorragia que aparece todos los meses en forma regular, como consecuencia de un ciclo ovulatorio es la "menstruación".

¿Cuál es el origen del término "metrorragia"?

El término "metrorragia" viene del griego, (méetra: matriz, y rhégnynai: brotar), de acuerdo con su etimología, "metrorragia" incluye a todo lo que sale del útero (sangre, moco, etc.), pero en la práctica se utiliza el término "metrorragia" a toda pérdida de sangre proveniente del útero, descartada la menstruación.

¿Cómo se clasifican las metrorragias?

Las metrorragias se las clasifica en orgánicas y disfuncionales.

Metrorragias orgánicas: son aquellas que se producen por una alteración en el organismo.

Las causas pueden ser: tumores benignos o malignos, inflamaciones, enfermedades endocrinas, enfermedades cardíacas, enfermedades de la sangre, trastornos psíquicos, etc.

Las hemorragias genitales que aparecen durante cualquiera de los trimestres del embarazo también están incluidas entre las "metrorragias" órgánicas.

Disfuncionales: algunos autores las definen como aquellas "metrorragias" producidas por alteraciones hormonales y otros incluyen a toda pérdida de sangre uterina que aparece sin que existan lesiones orgánicas.

Hay circunstancias en que aparece una "metrorragia" pero que no tiene nada de anormal, por ejemplo en la recién nacida cuando se produce la llamada "crisis genital" que si bien causa alarma en la madre, es una hemorragia escasa que se puede acompañar de tumefacción mamaria y es producida por la disminución de los niveles de estrógenos placentarios.

Algunas mujeres tienen una pérdida escasa  y de corta duración después de ovular. A veces también presentan dolor en la parte inferior del abdomen (hipogastrio).

Con relativa frecuencia durante el momento de la implantación del embrión en el endometrio, por la erosión que produce el trofoblasto sobre el tejido endometrial, se produce una hemorragia escasa que puede ser interpretada como una menstruación. Puede causar alarma en algunas pacientes o confusión cuando se calcula la fecha del parto.

¿Qué diferencia hay entre  "metrorragia" y  "menorragia"?

La "menorragia", a diferencia de la "metrorragia" está relacionada con la menstruación, ya que es la prolongación de esta última por más de siete días. Siempre se debe investigar  las causas que la producen.

¿Cómo se diagnostican las "metrorragias"?

Para hacer un diagnóstico de una "metrorragia" lo primero que hay que hacer es una historia clínica para establecer la intensidad y duración de la pérdida, y descartar enfermedades generales, la ingesta de medicamentos, como anticonceptivos, que pueden producir "metrorragias" escasas.

Se continúa con el examen físico y ginecológico para comprobar que la hemorragia proviene del útero.

Es conveniente solicitar exámenes de laboratorio (hemograma, estudios de tiroides, dopaje de hormonas, etc.) para ayudar al diagnóstico clínico.

La ecografía ginecológica ayuda a  ver el endometrio, la forma y el tamaño del útero y los ovarios. Se diagnóstica de esta forma enfermedades del útero y los ovarios.

En la actualidad se cuenta con la histeroscopía para visualizar la cavidad uterina, y si es necesario hacer una biopsia de endometrio en el lugar don se ve la anormalidad.

El procedimiento más utilizado es el raspado uterino, para realizar una biopsia de endometrio. Se puede hacer en el consultorio sin anestesia o en un quirófano bajo anestesia.

¿Cuál es el tratamiento de las "metrorragias"?

En el caso de que se diagnostique la causa orgánica de la "metrorragia" habrá que tratar la enfermedad que la produce.

Cuando se trata de una "metrorragia" disfuncional el tratamiento es diferente si la paciente tiene una hemorragia aguda, en cuyo caso habrá que tratar de cortar la pérdida con medicación o con un raspado uterino, que también sirve para hacer una biopsia de endometrio.  Si es necesario indicar una transfusión de sangre.

En casos que no son urgencias médicas se da tratamiento para cohibir la hemorragia y regularizar el ciclo.

El esquema más utilizado es la combinación de estrógenos + progestágenos.

Ejemplo de tratamiento hormonal: comprimidos de 2 mg de acetato de noresteisterona + 0,01 mg etinilestradiol. Se indican tres comprimidos por día, durante 10 días. La "metrorragia" cede dentro de los 3 o 4 días de iniciado el tratamiento. Al suspender el mismo la mujer tendrá 2 a 4 días más tarde una pérdida de sangre por vía vaginal, como si fuera una menstruación. Es importante que la paciente no suspenda la medicación aunque no tenga pérdida, completando los días de tratamiento indicados por el médico.

Cuando la "metrorragia" no cesa con el tratamiento hormonal es de causa orgánica.

La mujer debe tener en cuenta que la "metrorragia" es un síntoma ginecológico que debe ser motivo de consulta con el ginecólogo.

Bibliografía: Dr. Gori, Jorge - Dr. Lorusso, Antonio - Ginecología de Gori - Edditorial El Ateneo- 2ª edición

por Dra. Marinés Camero