Uno de los problemas con que se pueden enfrentar las mamás cuando quieren alimentar a sus bebés con su leche, es la poca cantidad que tienen, lo que tal vez les genere ansiedad porque saben lo bueno que es dar el pecho a sus hijos, pero notan que la secreción de leche es escasa. Pero hay cosas simples que se pueden hacer para cambiar esta situación. Lo primero que tiene que lograr la mujer que amamanta es estar relajada, y esto se puede conseguir sentándose cómoda, haciendo movimientos de inspiración para relajarse antes de poner al bebé al pecho e incluso repetirlos mientras se da de mamar. Escuchar música suave también contribuye a que la madre esté más distendida, y pueda disfrutar de ese momento tan especial como es el de amamantar.
Se aconseja que la madre esté lo más descansada posible, y muchas veces tendrá que pedir ayuda a su pareja o a su familia para tener momentos de reposo.
El amamantar produce sed, por lo que conviene que las madres antes de comenzar a dar el pecho se preparan un vaso grande con agua, o jugo y lo toman mientras dan de mamar. Durante el período de lactancia es importante tomar entre 2 a 3 litros de líquido por día, ya sea agua, jugos, leche o caldo.
Disminuir la ingesta de té, café, mate y bebidas cola durante el período de lactancia.
La levadura de cerveza aumenta la cantidad de leche materna (se puede tomar pastillas, 1 gr. a 1,200grs. diarios o 2 cucharadas soperas repartidas en tres comidas).
Algunas mujeres comen cereales o nueces para sentirse más fuertes durante el período de lactancia.
Está demostrado que a mayor frecuencia de mamadas más leche tendrá la madre, pero conviene consultar con el pedíatra la cantidad de tomas que el bebé debe realizar durante las 24 hs. En algunos casos se podrá extraer la leche en forma manual, o con sacaleche, porque de esta forma se estimula la secreción de leche.
Es importante que la boca del bebé abarque además del pezón, también la areola de la mama, porque la succión se hará en forma correcta estimulando la secreción de leche.
Todos estos consejos ayudan para tener leche suficiente para el bebé, pero también contribuyen a que el dar el pecho sea una experiencia gratificante para la madre y el hijo.