Desde los primeros meses de embarazo la glándula mamaria de la madre se prepara para la lactancia. Cuando el bebé llega al mundo necesita el contacto con su madre, quien no sólo lo alimenta cuando lo pone al pecho, sino que al amamantar le brinda contención y afecto. Es importante poner al bebé al pecho dentro de la primera hora de vida, porque la succión mamaria estimula la salida del "calostro", sustancia amarillenta y viscosa que contiene proteínas, vitaminas y elementos que protegen al bebé de las infecciones, llamadas inmunoglobulinas. Podemos decir que el "calostro" es la primera leche que alimenta al bebé, pero que además protege su estómago y su intestino de las infecciones por su contenido de inmunoglobulinas A.
Otros de los beneficios que brinda al bebé el " calostro" es el de ser laxante, lo que ayuda a eliminar el meconio, primeras deposiciones del recién nacido, que contiene bilirrubina (sustancia que si no se elimina del organismo del bebé puede ser tóxica).
El calostro inmuniza al recién nacido porque contiene linfocitos que son absorbidos por el bebé, y de esta forma recibe información inmunológica. Se llama al "calostro" primera vacuna por la inmunidad que le provee al recién nacido.
Algunas mamás pueden preocuparse porque tienen poco "calostro", sin embargo esta cantidad le alcanza al recién nacido para alimentarse. El bebé se alimenta sólo con el "calostro", hasta que dentro de las 48 hs. A 72 hs. después del parto comienza la llamada "bajada de la leche". Si el parto fue por cesárea puede ser que la leche tarde 24 hs. más en aparecer.