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En la actualidad muchas mamás trabajan y deben retomar su actividad en pleno período de lactancia, lo que puede producirle cierta inquietud porque se enfrentan con el problema de tener que volver a sus actividades laborales, estando en el período de lactancia. Hoy existe la posibilidad de conservar la leche materna, lo que permite que el hijo se siga alimentando con la leche de su madre, sin que la mujer tenga que dejar de hacer sus actividades habituales. Pero no sólo por el trabajo la mujer debe suspender la lactancia. Un viaje o porque el bebé nació antes de los nueve meses y debe permanecer internado por un tiempo hasta que alcance el peso adecuado, puede ser el motivo por el que la madre deba extraerse su leche y conservarla para alimentar al hijo.
La madre se extrae la leche en forma manual o con sacaleche, previo lavado de sus manos. El momento del día más adecuado para sacarse la leche es por la mañana, porque es cuando hay mayor producción de leche en la glándula mamaria.
La forma en que se conserva la leche es importante para que no se contamine con bacterias. La leche que se saca la madre se vuelca en una mamadera o en envases de plástico duro, también puede ser de vidrio, que se han esterilizado previamente (hervirlos 10 minutos o con los aparatos esterilizadores). Un mismo envase puede ser utilizado para varias extracciones, pero siempre en el rótulo que debe llevar el envase donde se guarda la leche, se pone la fecha de la primera extracción.
Los tiempos que se pueden conservar la leche varían según la forma en que se guarde. 1) fuera de la heladera: 4hs., a menos de 26grados de temperatura ambiente. 2) freezer (separado de la heladera): 10 meses 3) freezer incorporado a la heladera: 6 meses. Se debe tener en cuenta que durante el verano estos tiempos deben acortarse, por eso es importante ponerle la fecha a cada envase donde se almacena la leche.
Para descongelar la leche y calentarla, se pone el recipiente bajo el chorro de agua caliente. Se aconseja no hervir a baño de María ni tampoco utilizar el microondas para descongelarla, porque estos dos métodos alteran las propiedades nutricionales de la leche. Lo que sobra en la mamadera debe descartarse.
La madre pude notar que la leche una vez descongelada, queda separada en dos capas, suero y nata, entonces hay que agitarla para que vuelva a formarse una sustancia homogénea.
La conservación de la leche le permite a la mujer seguir alimentando a su bebé con su propia leche, al mismo tiempo que desarrolla sus actividades habituales. El hijo recibe una buena nutrición, al mismo tiempo que la madre puede seguir disfrutando de la experiencia maravillosa de la lactancia, lo que es beneficioso no sólo para ella sino también para su bebé, porque desde lo afectivo se continua reforzando el vínculo madre - hijo.