Uno de los pilares fundamentales en que se basa el tratamiento de la “obesidad” es la DIETA. El primer paso para iniciar el tratamiento de esta enfermedad y de las otras afecciones relacionadas con ella es cambiar el estilo de vida. Es fundamental que el obeso además de seguir un plan alimentario saludable lo acompañe de ACTIVIDAD FÍSICA, que puede ser desde la simple caminata hasta la práctica de algún deporte más complejo.
Durante mucho tiempo se trató a la “obesidad” con dietas de muy bajas calorías, que además contenían una lista de alimentos “permitidos” y “prohibidos”. Estas pautas tan estrictas en la mayoría de los casos no tenían éxito, al contrario sólo lograban que el paciente interrumpiera la dieta, lo que le generaba inseguridad y desánimo, con la consiguiente pérdida de confianza en su posibilidad de lograr bajar de peso. El resultado final era la sensación de fracaso que se manifestaba con crisis de ansiedad, depresión, etc.
Actualmente para tratar la “obesidad” se aplican dietas que tengan 500 a 1000 calorías menos de la que consume el paciente habitualmente, cuidando de que tengan una proporción entre los “hidratos de carbono” (50% al 60% del valor calórico total), las proteínas (15% al 18% del valor calórico total) y las grasas (no más de 30% del valor calórico total).
Es fundamental destacar que en la dieta para tratar la obesidad se debe tener en cuenta la calidad de las grasas incluidas, indicándose preferentemente las monoinsaturadas porque son las que se encuentran en las paredes de las arterias y tienen el beneficio de proteger contra las enfermedades cardiovasculares. Las encuentramos en el aceite de oliva, aceite de canola, y en los frutos secos (nueces,almendras, avellanas, maní). De todas formas hay que aclararle al paciente que estas grasas deben consumirse con moderación, por ejemplo la cantidad de aceite de oliva que se indica en la dieta es de dos cucharadas por día.
El inconveniente de las dietas bajas en calorías es que tienen pocos residuos, lo que produce constipación. Esta es la causa de que se incluya en las dietas para bajar de peso alimentos ricos en fibra (cereales integrales, salvado de trigo, panes con multicereales, vegetales crudos o cocidos, frutas, etc).
Se recomienda tomar abundante cantidad de líquidos (caldos, agua, jugos de frutas,etc).
La dieta debe fraccionarse en cuatro comidas, agregando colaciones según la necesidad de cada paciente, para evitar que coma fuera de hora.
En cuanto a los alimentos los regímenes deben contener muchas verduras crudas o cocidas, frutas y leche con sus derivados descremados. En cuanto a la carne debe ser magra, agregándose pescado cocinados a la plancha o al vapor.
Hay alimentos que son altamente adictivos como las galletitas o los dulces, y que el obeso suele ingerirlos en situaciones de ansiedad, estrés o depresión. Esta es la causa por lo que al iniciar el tratamiento se eliminan totalmente de la dieta.
Lo aconsejable es que el paciente pierda 0,5 a 1 kg por semana. En seis meses se espera que el descenso de peso sea del 10% respecto a su peso inicial.
La “OBESIDAD” es una enfermedad por lo que debe ser tratada por especialistas y las dietas deben adaptarse a cada paciente según sus preferencias alimentarias, actividad física, horarios de trabajo, etc.
No olvide que los datos de esta página sólo se deben aplicar para que el paciente tenga más información sobre el tema, pero nunca reemplazan a la consulta médica.
Bibliografía: Dr. De Girolami, Daniel – Dr. Gónzalez Infantino – Clínica y Terapéutica en la Nutrición del Adulto- Editorial El Ateneo – 1ª Edición
Bray GA. Medical consequences of obesity – J Clin. Endocrinol Metab. 2004; 89: 2583-9
Jakicic J M, Otto AD, Physical activity considerations for the treatmentand prevention of obesity Am J Clin. Nutr 2005; 82 (supll): 226s-9s