Se describe la importancia del ejercicio físico en el tratamiento de la obesidad. La actividad física logra aumentar el gasto calórico, que junto con la dieta permite que los pacientes adelgacen. También el ejercicio físico ayuda a mantener el descenso de peso logrado con un tratamiento, sin necesidad de hacer una dieta estricta. Los ejercicios má recomendados son los aeróbicos, como caminar, la bicicleta fija o móvil, la natación.